
La Contraloría General de la República ha anunciado que Puno tiene 273 obras públicas paralizadas, valorizadas en 1,690 millones de soles. Más de la mitad de estos proyectos, que se iniciaron antes de la pandemia, afectan directamente el acceso de la población a servicios básicos, como agua potable, caminos vecinales y centros educativos.
Según el gerente de estudios económicos de ComexPerú, Rafael Zacnich, esta situación refleja un grave problema de gestión pública. El especialista ha explicado que el incumplimiento de contratos, las deficiencias en los expedientes técnicos, las discrepancias, controversias y arbitrajes, la falta de recursos financieros o el abandono de la obra son algunos de los motivos que explican estas paralizaciones.
Zacnich, resaltó que el 56% de estas obras comenzaron antes de la pandemia y siguen inconclusas, lo que limita la llegada de servicios básicos y eleva el costo de vida en la región.
«No contar con servicios públicos de calidad y oportunos, así como vivir a merced del hampa y el crimen organizado, impacta directamente en los bolsillos de todos», advirtió. Agregó que la falta de infraestructura obliga a las familias puneñas a destinar más recursos propios en salud, educación, transporte y seguridad, gastos que deben estar cubiertos por el Estado.
(E.C)
