
La Municipalidad Distrital de Amantaní se encuentra acéfala hace un par de semanas, desde que su alcalde, Andrés Avelino Quispe Borda, entró a la clandestinidad tras ser requerido por la justicia, acusado de un grave delito.
La autoridad había desarrollado actividades festivas en la isla mientras otros pueblos del altiplano soportaban sangrientas represiones y contaban a sus muertos.
Así, el martes 14 de febrero, el burgomaestre fue capturado, tras su requisitoria por 1ra Sala Penal de Apelaciones de Cusco, por el presunto delito contra la libertad, en su modalidad de violación sexual agravada, en agravio de una menor de edad.
La Fiscalía de Anta (Cusco), había requerido su prisión preventiva por la gravedad de los cargos, ya que adjuntaron pruebas contundentes del ultraje sexual, en una comunidad de ese distrito.

Efectivos de la Policía Judicial de Cusco llegaron hasta la región Puno para su ubicación y captura, trayendo consigo el Oficio 032-2023.JSJC-PJ, fechado el 13 de febrero del año en curso.
El 14 de febrero fue detenido en la ciudad de Puno, saliendo de la agencia de enlace municipal ubicada en el jirón El Puerto.
El fin de semana, aprovechando la tregua en las carreteras, lo llevaron a la ciudad de Cusco, donde el último lunes 20, la juez superior Elvira Farfán Quispe, dispuso su internamiento en el penal de Quencoro, por un lapso de 9 meses en su modalidad de prisión preventiva. Es decir, afrontará los cargos entre las rejas. (Sin Fonteras)