
La proximidad geográfica con Bolivia ha encendido las alarmas en el sector salud de Puno. Tras la confirmación de 50 casos de sarampión en solo dos semanas en el país vecino, el Ministerio de Salud (Minsa) de Perú ha declarado un estado de alerta para prevenir la propagación de la enfermedad en territorio nacional.
Para abordar esta preocupante situación, Pablo Rengifo Ramos, responsable de vigilancia de sarampión y rubéola del Centro Nacional de Epidemiología del Minsa, ha llegado a Juliaca. Su presencia subraya la seriedad con la que las autoridades peruanas están tomando esta amenaza a la salud pública.
Prevención y detección temprana: Claves para frenar el contagio
Ante la posibilidad de que estos casos transfronterizos afecten a la población peruana, el Minsa está intensificando los controles sanitarios y desplegando campañas de sensibilización. El objetivo es claro: educar a la ciudadanía sobre la importancia de acudir a los centros de salud ante cualquier señal de alarma.

Rengifo Ramos hizo un llamado especial a quienes planean viajar a Bolivia, ya sea por trabajo o turismo: «El sarampión inicia como todo cuadro febril, como una gripe; empieza con una tos, con fiebre bastante alta, y ante cualquier presencia de fiebre alta y cualquier tipo de erupción en el cuerpo debe generar alarma e inmediatamente debe atenderse en el establecimiento de salud». Destacó la similitud de los síntomas iniciales con los de una gripe común, lo que exige una mayor atención y pronta acción. Aseguró, además, que el Minsa está preparado para actuar de manera efectiva si se presentan contagios dentro del país.
Sarampión y tosferina: Riesgos por vía respiratoria
El especialista también informó sobre la detección de dos casos de tosferina en la región de Puno, agregando una preocupación adicional. Rengifo Ramos recordó que tanto el sarampión como la tosferina se contagian por vía respiratoria, lo que facilita su rápida propagación. Por ello, hizo un enérgico llamado a los padres de familia: «Vacunen a sus hijos de manera preventiva». La vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para proteger a la población, especialmente a los más vulnerables, frente a estas enfermedades.