Un grupo de mujeres integrantes del Grupo Warmis Sicuris de Juliaca, a través de la Decana, participaron de una interesante entrevista relacionada con el Día Internacional de Eliminación de la violencia contra la mujer, expresando diferentes opiniones.
Virginia Pancca Galindo, en una primera intervención explicó cómo es que la Organización de las Naciones Unidas, estableció el 25 de noviembre inicialmente como el Día de la no violencia contra la Mujer, dando a conocer el tema de las hermanas Mirabal que en los años 60, fueron asesinadas por la dictadura de Trujillo en la República Dominicana.
En el tema de la ley 30364, que reglamenta la violencia contra la mujer, tanto en aspectos físicos, sicológicos, sexuales y hasta económicos, lamentablemente no existe el tratamiento adecuado de las diferentes instituciones, como el Ministerio Público, que muchas veces soslaya las consecuencias de una agresión, física o mental, restándole importancia.
Mercedes Claros, refirió que en este tiempo las mujeres buscan empoderarse a través de diferente tipo de actividades, como en el arte, la música y otros, hasta lograr un mejor tratamiento en conseguir oportunidades laborales y otras.
Resaltó que no existe ninguna norma respecto a temas relacionados con los varones como la violencia en su contra los hombres, señalando que lo que se debe lograr finalmente es la eliminación de la violencia en general a nivel interno y externo. Destacó las corrientes feministas que nacieron por la situación de las mujeres, ahora se trata de respetar los derechos buscando la igualdad de oportunidades, puntualizó.
Se analizó la situación de la mujer, que adquirió algunos derechos después de los hombres, en el tema de la educación, en la oportunidad de ejercer derechos democráticos para elegir y ser elegidas, situación que nos ha creado dependencia y así hemos sido criadas, con las nuevas corrientes se está logrando un mayor respeto a las mujeres, regulando las normas que existen en los tiempos actuales.
La señora Elena Pari, se refirió al grupo Warmis Sikuri, de que forman parte y que les permite demostrar el arte de la música, haciendo una reseña de su juventud junto a otro grupo de jóvenes señoritas que cultivaron la música y que ahora lo vienen haciendo con fuerza, cultivando los Sicuris, ante la ausencia de mujeres que ejecuten el Siku.