El Puente Binacional Huancasaya, que une la provincia de Huancané, en Puno, con la provincia de Franz Tamayo, en Bolivia, derrumbado por pobladores bolivianos hace poco más de un mes, permanece abandonado y sin el flujo sociocomercial que desde hace dos décadas une ambas localidades.
Según la versión local, fueron los del municipio de Pelechuco, provincia de Franz Tamayo, en territorio boliviano, quienes tumbaron un tramo del Puente Binacional Huancasaya que une esa parte de Bolivia con el distrito de Cojata, provincia de Huancané, Puno, en territorio del Perú.
El hecho se produjo el pasado 22 de abril, luego de conocerse que seis efectivos de la Policía Nacional del Perú dieron positivo al COVID-19, tras haber abandonado el distrito de Cojata en sus días de franco y salir hacia Juliaca, Puno y Arequipa, pese a la inmovilidad social dispuesto por el gobierno en todo el territorio peruano desde el pasado 15 de marzo y vigente hasta el 30 de junio.
Temerosos de ser contagiados por el virus, la reacción boliviana fue cortar el paso de cualquier ciudadano peruano tumbando un tramo del puente.
“Las relaciones comerciales internacionales de pueblos pobres y fronterizos han sido afectados por impacto del COVID-19. El Puente Binacional de Huancasaya fue tumbado hace varias semanas, era una vía fundamental para la conectividad y el comercio entre el Perú y Bolivia, especialmente para la provincia de Huancané y el distrito de Cojata”, expresó el consejero regional por la provincia de Huancané, Germán Alejo (en la foto).
Demandó que la Cancillería del Perú se pronuncie a respecto, pues una vez que finalice el estado de emergencia será necesario retomar las relaciones comerciales habituales con las comunidades que habitan en territorio boliviano.
La Feria Internacional de Huancasaya se realizaba todos los jueves, desde 1994; los comerciantes peruanos cruzaban el puente y se producía una intensa relación socioeconómica, interrumpida en principio por el estado de emergencia en el lado peruano, y luego por la acción boliviana de tumbar unos 4 metros del puente que cruza el Río Suches.
“Por tratarse de un puente binacional, y estar la parte dañada en suelo boliviano, corresponde a la Cancillería realizar las gestiones para habilitar otra vez la conectividad entre ambos países”, subrayó Alejo. (Sucesos)