
Estamos convencidos de que la confluencia de centro democrático descentralista es el camino que nos puede permitir, no solo derrotar al fujimorismo y sus compinches, sino que también podría lograr una mayoría parlamentaria que le dé la estabilidad que necesita el país hacia la recuperación de la democracia y el equilibrio de poderes.
La fiebre de la candidatitis en nuestro país nos llegó por adelantado. Hasta ahora son 30 los partidos inscritos, pero podrían llegar hasta 50 el próximo año. ¿Serán las elecciones del 2026 el único camino para salvar al Perú? Esperamos que así sea, todo dependera de lo que podamos hacer la gente de buena voluntad.

Por ahora, intentemos hacer un gran esfuerzo de análisis, sin apasionamientos ni prejui[1]cios. En el camino, ensayemos una respuesta que nos ayude a construir una oportunidad para el cambio que todos los peruanos anhelamos.
Rosa María Palacios, el último domingo concluye, en el sentido señalado líneas arriba —y no le falta razón— que las elecciones del 2026 será un fracaso político como lo fue en el 2016 y en el 2021, que el presidente elegido no podrá culminar con su mandato de cinco años como lo señala la Constitución de la República.
Su razonamiento lógico es que con 50 partidos ninguna bancada podrá tener una mayoría parlamentaria, razón por la cual el Presidente elegido está muerto desde el primer día de su mandato (SIC).