Un grave caso de presunto uso irregular de fondos y combustible estatal ha salido a la luz en la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Yunguyo, implicando a funcionarios que habrían cargado combustible para vehículos que nunca se movilizaron y cobraron viáticos con justificaciones cuestionables. La denuncia se centra en hechos ocurridos el 25 de octubre de 2024.

Según la información obtenida, funcionarios de la UGEL Yunguyo cargaron combustible con vales del Estado en el grifo Yireh de la Av. Ejército 874. La autorización para estos vales provino de la administradora Sonia Rojas Huancapaza. Entre los implicados figuran el asesor legal David Paredes Mansilla, el exdirector Efraín Condori Rivera, y otros trabajadores, quienes retiraron S/ 200 cada uno para diferentes vehículos. Incluso, la vigilante Rosario De la Riva, hermana de la vicegobernadora regional, cargó gasolina para un auto oficial.

La excusa para estos desembolsos fue la participación en el campeonato deportivo Inter UGEL en Crucero, programado para los días 26 y 27 de septiembre del año pasado. No obstante, los vehículos nunca llegaron al evento. La situación se agrava al conocerse que la oficina de la UGEL Yunguyo estuvo cerrada desde el 25 de octubre, y que los trabajadores, además del combustible, cobraron S/ 300 por concepto de viáticos. Las justificaciones de gastos incluyen compras como «pollos enteros, milanesas y hasta trucha doble» en restaurantes de Pomata y Azángaro. Asimismo, se justificaron «movilidades locales» pese a haber utilizado vehículos oficiales.

Un funcionario de la Dirección Regional de Educación Puno (DREP), bajo reserva, reconoció que los viáticos estatales no se otorgan para eventos deportivos, sino exclusivamente para comisiones oficiales, lo que refuerza las sospechas de irregularidad.

Actualmente, la Fiscalía ha abierto una investigación sobre el caso, y la Contraloría General de la República se encuentra revisando los documentos pertinentes. El actual director de la UGEL Yunguyo, Marino Calcina Tito, ha declarado que no encubrirá a nadie y que colaborará con las investigaciones. Mientras tanto, la denuncia subraya una situación preocupante donde el combustible del Estado sigue «desapareciendo» y, hasta la fecha, «nadie ha devuelto un sol».

(E.C)