
El Informe de Amnistía Internacional concluyó que la presidenta Dina Boluarte puede ser considerada como autora mediata por las graves violaciones de derechos humanos durante protestas ocurridas en los primeros meses de su gobierno.
Amnistía Internacional analizó planes y órdenes de las operaciones de la PNP a nivel nacional, así como algunos planes correspondientes a regiones donde ocurrieron la mayoría de las muertes. En todos los planes revisados destacaban dos aspectos de la respuesta policial.
En primer lugar, los planes se referían específicamente a las personas manifestantes como “fuerzas adversas” y las señalaban como “delincuentes” vinculadas a grupos “terroristas”, a pesar de que éstos no incluían ninguna evidencia de que este fuera el caso, y a pesar también de que, hasta la fecha, Amnistía Internacional no ha encontrado ninguna prueba que sugiera que las personas que murieron o resultaron heridas en las protestas tuvieran antecedentes delictivos.

Cabe señalar que, en la declaración bajo juramento que Boluarte Zegarra dio ante la Fiscalía, negó haber tenido contacto con la PNP y las FF.AA.; sin embargo, este testimonio es desmentido por el informe.
«La presidenta no solamente mantuvo una comunicación constante con los ministros y mandos policiales y militares durante los días en los que un número de personas resultaron heridas o muertas en las protestas, sino que, además, decidió ascender a funcionarios que habían tenido roles clave durante el desarrollo de las operaciones», señala la publicación.
El informe destaca el rol decisivo que tuvo Alberto Otárola, primero como ministro de Defensa y luego como presidente de todo el Gabinete Ministerial.

En sus apariciones públicas, el ex titular de la PCM elogiaba el accionar de la PNP y de las Fuerzas Armadas, a pesar de que el resultado de estas operaciones eran muertes y personas heridas en diferentes lugares del Perú.
«Amnistía Internacional analizó el papel protagonista de Alberto Otárola, quien fungió primero como ministro de Defensa y posteriormente como presidente del Consejo de Ministros, en todo momento tomando un rol público prominente y calificando a la policía y las fuerzas armadas como “héroes” a pesar de que sus operaciones diarias resultaban en múltiples muertes y personas heridas en varias partes del país», indica.(La República)
