Un profundo dolor y una desesperada exigencia de justicia se vive en las orillas del río Torococha, donde 22 familias se encuentran damnificadas tras la reciente demolición de sus viviendas. Asegurando ser los legítimos propietarios de los terrenos, los afectados denuncian que la Municipalidad Provincial de San Román habría cometido un grave error, dejándolos en la calle y sin sus bienes.

Con lágrimas en los ojos, los afectados relataron la terrible mañana que les tocó vivir, este miércoles 25 de junio, cuando fueron sorprendidos por un numeroso contingente de policías, serenos y funcionarios municipales. La razón esgrimida: una supuesta recuperación extrajudicial de la faja marginal del río Torococha. Sin embargo, las familias sostienen que los terrenos son suyos y no forman parte del cauce del río.

Sueños Demolidos y Deudas Pendientes

La demolición tiene significado la pérdida total de años de esfuerzo y sacrificios. Estas viviendas, construidas con tanto trabajo, representaban el patrimonio y la estabilidad de estas familias. Para colmo, muchos de los afectados revelaron tener deudas bancarias pendientes por la construcción de sus hogares, compromisos que ahora deberán afrontar en medio de la desolación.

La crudeza de la situación se acentúa con las bajas temperaturas de Puno. Tras la demolición, varias familias tuvieron que pasar la noche a la intemperie, exponiéndose al inclemente frío del altiplano, una imagen desoladora que evidencia la magnitud de esta tragedia.

Documentos en Mano: El Clamor de los Propietarios

En su defensa, los afectados presentaron un plano que, según afirman, demuestra su legítima propiedad de los terrenos. Contradiciendo la versión municipal, alegan que el cauce del río no ha sido reducido y que la demolición fue infundada. «No somos invasores, tenemos nuestros títulos de propiedad, comprados a través de notario y con escrituras públicas», enfatizaron, mencionando que las tierras fueron adquiridas a un tal Fermín Calla y que las demoliciones afectarán tres manzanas completas, además de denunciar la ausencia de hitos en la zona.

Una madre de cuatro hijos, que es padre y madre a la vez, compartió su testimonio desgarrador. Con la voz quebrada, contó cómo la demolición los dejó «desolados». Sus hijos perdieron todos sus útiles escolares, impidiendo que su hijo mayor asistiera a la universidad y los menores a la escuela. Incluso, perdieron sus animales menores, parte de su sustento.

Acciones Legales y Advertencias de Resistencia

El abogado defensor de las familias ha anunciado que presentarán las denuncias correspondientes ante la Municipalidad Provincial de San Román, argumentando un claro abuso de autoridad. Se estima que el valor de cada vivienda demolida, solo en edificación, supera los 70 mil soles.

Las familias afectadas han sido enfáticas: no abandonarán los terrenos y continuarán pernoctando en carpas. Insistir en que han pagado sus autoevalúos durante años y cuentan con certificados de domicilio emitidos por la propia municipalidad de San Román, lo que, para ellos, ratifica su condición de dueños legítimos y no de invasores.

Este caso pone en aliviar la vulnerabilidad de la ciudadanía frente a decisiones administrativas y subraya la importancia de una revisión exhaustiva de los procesos de recuperación de terrenos. La comunidad espera que se investigue a fondo esta situación y se haga justicia para las 22 familias que hoy ven sus vidas destrozadas en las riberas del Torococha.

R.C.M.

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