Foto Internet. Hospital Manuel Nuñez Butron

El hospital Manuel Núñez Butrón de Puno atraviesa su peor crisis en medio de la actual emergencia sanitaria contra la COVID-19. A una semana de haber asumido el cargo, el director de este nosocomio Arturo Tapia Chávez, renunció al puesto. Sin nadie que pueda resolver sus problemas, las enfermeras decidieron protestar exigiendo el cierre de este hospital de referencia.

Alegan que cada vez son más enfermeras y médicos con aislamiento por haberse contagiado con la COVID-19. Eso hace imposible que puedan continuar brindando atención, porque hay menos personal. “Que el Gobierno central de una vez intervenga este hospital. No hay médicos ni enfermeras y cada vez hay más contagiados”, dijo Rosa Quispe Ticona, dirigente de las enfermeras.

Al reclamo se sumaron las enfermeras contratadas para laborar en el departamento COVID. Confirmaron que trabajan sin dirección médica, porque el responsable Abad Illacutipa Mamani dio positivo a coronavirus y aún no sale del cuadro. También se quejaron de los 1400 soles que ganan.

En medio de este contexto, salió a luz que en fecha 30 de junio el sistema de justicia en Puno (Poder Judicial, Ministerio Público, Ministerio de Justicia, Colegio de Abogados) le dirigió una carta a Fredy Velásquez, presidente del Comando COVID, en el que le plantearon “medidas urgentes para la protección de la vida y la salud de los ciudadanos de región de Puno” y le sugirieron “inmovilización social (…) por 10 días”.

Foto Internet: Presidente del comando Coivid-19 Puno – Dr. Freddy Velasquez

Hasta entonces sólo había 28 muertos y 1073 contagios. Sin embargo, no adoptó ninguna medida. Un mes después, las muertes se elevaron a 154 y los positivos se incrementaron a 3965. La misiva se dirigió cuando Jorge Montesinos estaba al frente de la Dirección de Salud y Fredy Velázquez, presidia el Comando COVID. Hoy los dos son portadores del virus. (La República)

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