
Una grave situación ha surgido en torno al proyecto del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) en Juliaca. El juez Guido Armando Chevarría Tisnado, del Tercer Juzgado Civil de Puno, emitió el pasado 9 de mayo de 2025 una medida cautelar que pone en riesgo la construcción de esta importante obra, a pesar de que él mismo fue suspendido oficialmente desde el 5 de mayo del mismo año por la Oficina Descentralizada de la Autoridad Nacional de Control del Poder Judicial (ODANC).
La ODANC declaró fundada la investigación contra Chevarría Tisnado, confirmando su responsabilidad en tres cargos muy graves por incumplimiento de deberes judiciales, conforme a lo establecido en la Ley de la Carrera Judicial (Ley 29277). Como resultado, se le impuso una sanción de suspensión por cuatro meses. Las faltas atribuidas incluyen no impartir justicia con independencia, prontitud e imparcialidad, así como incurrir en infracciones consideradas como muy graves según los artículos 34 y 48 de dicha Ley.
El protagonista de esta maniobra, cuyo nombre ya tiene un fuerte eco de desprestigio en el Poder Judicial de Puno, es el juez Guido Armando Chevarría Tisnado, quien ha emitido una medida cautelar escandalosa a favor del sindicato de trabajadores de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones – SINTTRAVYC. Esta acción representa un intento evidente y arbitrario de frenar la construcción del COAR en Juliaca, un proyecto vital para el futuro educativo de los jóvenes de toda la región Puno.
El juez Chevarría Tisnado, ya desacreditado en la opinión pública, es ampliamente conocido por su historial de fallos cuestionables y por favorecer a personajes de dudosa reputación. Entre los casos más polémicos que lo involucran destaca su cercanía con Enrique Calmet.
(E.C)