La comisaría de la ciudad aimara de Juli, ubicada en la zona sur de la región Puno, terminó incendiada luego de que los efectivos de la Policía abrieron fuego contra los comuneros que les exigían que se retiren del lugar. Ellos protestaban por la represión violenta que sus paisanos sufrieron el último viernes 3 de febrero cuando marchaban en Lima exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
“Estos señores policías estaban vestidos de civiles. No tenían uniforme. Se estaban dedicando a amenazarlos. Encima nos insultaban. Después de que nos acercamos para pedirles que se vayan, dispararon desde las ventanas. Estos señores tienen que irse. Estos días van a llegar a Juli 30 mil aymaras del mismo Juli, de Ilave, Yunguyo y Acora. Los vamos a sacar de la zona sí o sí”, aseguró a La República Nilo Colque, dirigente de la ciudad de Juli.
El ataque se registró cuando un helicóptero bombardeó desde el aire gas lacrimógeno, acción ejecutada después de que cientos de comuneros se enfrentaron al Ejército.
Al cierre de la presente nota, el interior del puesto policial continuaba ardiendo en llamas, mientras que los cientos de aimaras se movilizaron pidiendo que los policías y militares se retiren de la zona. Justamente, los miembros del orden se juntaron con el Ejército.
Los comuneros, preliminarmente, acordaron endurecer sus acciones de protesta e insistieron en que por ninguna razón dialogarán con el Gobierno ni aceptarán la ayuda humanitaria de la campaña Con Punche, Puno.
Se registraron cinco heridos
De acuerdo con un reporte de la Red de Salud Chucuito-Juli, al cierre de esta nota, cinco ciudadanos resultaron heridos a causa de los enfrentamientos con las fuerzas del orden. Las personas afectadas son Julia Mamani Anchapuri (62), Sofía Montura Llanqui (42), Mauro Córdoba Callacondo (47), Sabino Fernández (73) y Pastor Calamullo Ticona (48). Este último presenta una herida por impacto de bala.(La República)
Asimismo, se informó que el personal de salud y el servicio de atención de los 51 establecimientos de salud de Juli y del hospital Rafael Ortiz Ravines, de esta ciudad, se encuentran en alerta roja máxima.
