Según el estudio ‘Abordaje integral de la minería ilegal e informal en el Perú’, realizado por V&C Analistas, esta actividad ilícita mueve más dinero que el narcotráfico y se ha convertido en la principal amenaza para la economía y la seguridad nacional.
Incluso, se manifiesta que cada hora estos mineros se embolsillan, sin pagar impuestos, dos millones 590 mil soles. En un año, sus ganancias netas suman S/ 22,700 millones, lo que equivale al 2.5 % del producto bruto interno (PBI) nacional.
Especialmente la minería ilegal opera mediante redes nacionales e internacionales que diversifican sus actividades y extienden su influencia en todas las regiones del país. Sus miembros operan bajo el ‘manto’ de la minería artesanal; pero, es muy difícil encontrar mineros trabajando con picos y palas, casi todos usan maquinaria pesada y mercurio, trafican dinamita, roban oro de operaciones legales y lo procesan en plantas clandestinas, para luego venderlo y blanquear las ganancias.
Ahí no queda todo, pues otro estudio llamado ‘Análisis comparativo de acciones gubernamentales frente a la minería informal e ilegal’, del Instituto Peruano de Economía (IPE), menciona que el Gobierno ha hecho poco para combatir a este flagelo. Por cada S/ 100 que el Estado destina para la seguridad, apenas 49 céntimos se invierten en enfrentar a la minería ilegal.