La rana gigante del Titicaca, un anfibio único a nivel mundial, enfrenta una situación crítica al ser catalogada como la especie más traficada a nivel nacional. A pesar de que su captura fue prohibida hace una década, esta práctica ilegal persiste, poniendo en grave riesgo la supervivencia de este emblemático habitante del lago.

La organización no gubernamental Natural Way ha lanzado una contundente advertencia: a la extracción ilegal se suma la creciente contaminación ambiental, factores que contribuyen de manera alarmante a la desaparición de la especie. La rana gigante necesita agua limpia para respirar, lo que la hace altamente vulnerable a los vertidos y desechos.

Durante los últimos diez años, las autoridades han logrado decomisar más de 8500 ejemplares en diversas intervenciones, confirmando que la caza de esta especie se realiza principalmente para su venta ilegal y la preparación de supuestos «jugos» con fines medicinales o afrodisíacos.

Natural Way ha enfatizado que la contaminación por aguas residuales, residuos sólidos, metales pesados ??y agroquímicos ha devastado el hábitat natural de la rana gigante, provocando su desaparición total en algunas zonas del lago. Aunque no se conoce con precisión el número actual de ejemplares, la ONG ha hecho un enérgico llamado a las autoridades ya la sociedad para tomar efectivas y medidas urgentes para su protección, antes de que sea demasiado tarde para este singular anfibio.

(E.C)