La preocupación por la seguridad de los estudiantes ante las persistentes lluvias que azotan la provincia de Azángaro ha llevado a las Ronda Campesinas a solicitar formalmente la postergación del inicio del año escolar.

Julián Zenón Vilca Vargas, presidente provincial de las Ronda Campesinas de Azángaro, anunció que este jueves presentarán un documento a la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Azángaro, exigiendo la prolongación del inicio de las actividades académicas, programadas para el 17 de marzo.

La medida responde a la creciente inquietud de padres de familia y autoridades originarias de las comunidades campesinas, quienes han visto cómo las intensas lluvias han inundado cultivos, instituciones educativas, viviendas y han dejado intransitables las vías de comunicación.

«La situación es crítica, especialmente en el sector rural», afirmó Vilca Vargas. «Hemos realizado una reunión de emergencia con presidentes de comunidades campesinas y tenientes gobernadores de diferentes distritos, y la decisión unánime es que no están dadas las condiciones para el inicio de clases».

Las inundaciones y el riesgo de tormentas eléctricas representan un peligro para la integridad de los estudiantes y docentes, especialmente en las zonas rurales, donde las condiciones de las infraestructuras y las vías de acceso son más precarias.

Por ello, las Ronda Campesinas hacen un llamado urgente al director de la Dirección Regional de Educación de Puno para que evalúe la situación de la provincia y tome medidas al respecto.

«La seguridad de nuestros niños y maestros es primordial», enfatizó Vilca Vargas. «Esperamos que las autoridades educativas comprendan la gravedad de la situación y actúen en consecuencia».

La decisión final sobre el aplazamiento del inicio de clases recae en la UGEL de Azángaro, que deberá evaluar el documento presentado por las Ronda Campesinas y considerar las condiciones climáticas y de seguridad en la provincia.

R.C.M.

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