
Un interesante intercambio de opiniones referidas al Día Internacional de la Mujer, formularon destacadas profesionales mujeres destacando que se trata de una reflexión y no una conmemoración como solía considerarse antes.
La docente universitaria Ana Muñoz, en su intervención señaló que «el objetivo no es solo conmemorar la igualdad de derechos entre géneros, sino lograr su ejercicio pleno. Todas las constituciones del mundo reconocen la igualdad, pero es necesario hacerla realidad. No se trata solo de una celebración, sino de garantizar que hombres y mujeres puedan ejercer sus derechos ciudadanos y democráticos en igualdad de condiciones».
Planteó un tema fundamental, tratar la violencia económica. «En este país, dijo, casi el 40% de las mujeres son cabeza de familia, lo que evidencia una falta de ejercicio de las obligaciones por parte de los hombres. Estas mujeres asumen la manutención de sus hijos y la carga económica del hogar, lo que limita su acceso a mejores oportunidades de estudio y empleo. Además, muchas trabajan en el comercio minorista, un sector con menor estabilidad y crecimiento», puntualizó Ana Muñoz.
En tanto que la Presidente de la Asociación Nacional de Periodistas, Filial Puno, Ana Huanca, expresó que «contradictoriamente existen también diferencias entre las mujeres mismas, y es importante superarlas para abrir más espacios de manera conjunta. Si no enfrentamos primero estas pequeñas dificultades, será difícil avanzar hacia cambios mayores en el ámbito profesional, social y organizacional. «
En cuanto a los varones, es notorio que cuando tienen desacuerdos suelen superarlos rápidamente, mientras que, en el caso de las mujeres, estas diferencias pueden prolongarse durante años o incluso toda la vida.
Por su parte la abogado y luchadora social Diana Pasaca, refirió a que «no es un día de celebración, sino de reflexión. Se conmemora la lucha de muchas mujeres que nos han antecedido en la búsqueda de igualdad. No se trata de recibir un regalo, sino de seguir construyendo oportunidades y equidad. El objetivo es un mundo donde las mujeres no tengan que seguir peleando por derechos que deberían ser incuestionables».
A propósito de las diferencias emocionales entre hombres y mujeres, podría deberse a la crianza. Desde niñas, muchas mujeres han sido condicionadas a competir por el cariño de sus padres o a demostrar constantemente su valor. Esta dinámica puede influir en su sensibilidad y en la manera en que enfrentan los conflictos y las relaciones personales.(FB)