Un grupo de trabajadores del sector salud protagonizó una medida de fuerza al cerrar nuevamente las puertas de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Puno. Los manifestantes continúan exigiendo la renuncia del director regional, así como una serie de mejoras en la atención y gestión de recursos. Los trabajadores denuncian una serie de irregularidades en la gestión del director regional, entre las que destacan el incumplimiento de pliegos de reclamos, la presentación de denuncias con evidencias de irregularidades y la inoperancia en la gestión de proyectos de inversión, como la entrega de un laboratorio referencial cuya obra aún no ha sido culminada.

Según el secretario del sindicato de trabajadores de la DIRESA, Máximo Charaja, se han venido sosteniendo reuniones con el gerente de desarrollo social del gobierno regional para hacer llegar estos reclamos. Además, se ha convocado a una reunión para este mismo día con los sindicatos de trabajadores de las diferentes redes a nivel regional, con el objetivo de evaluar los pedidos de cada una de estas y unificar las acciones a seguir. (R.A.)