En resumen, la sobreoferta de partidos proyectada en 50 para las elecciones del 2026 traerá consigo una noticia mala y una buena. La mala noticia es que tanto la cámara de senadores como de diputados, por la dispersión del voto y la valla electoral, tendrán casi nula legitimidad. La noticia buena es que las elecciones regionales y municipales, por las mismas razones, serán más acotadas y concentrará los votos en mucho menos candidatos, pues estimamos que solo participarían seis partidos de los 50 que se presentaron.

La proliferación de partidos y la desconfianza generalizada de la población electoral han convertido la valla electoral en mortal. En la práctica, las elecciones generales serán una suerte de primarias para las elecciones regionales y municipales, es decir, quien no pasa la valla electoral en las elecciones generales no podrá participar en las elecciones regionales y municipales.

R.C.M.

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