El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos HumanosVolker Türk, advirtió que la nueva ley de amnistía que deja libre a procesados y sentenciados por graves delitos contra la humanidad es un «retroceso en la búsqueda de justicia por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno en el país».

Asimismo, en un comunicado público, Türk enfatizó que el derecho internacional, al cual está obligado el Perú, prohíbe claramente este tipo de amnistías y pidió que la medida sea «revertida de inmediato».

A este cuestionamiento se suman Human Rights Watch, Amnistía Internacional, el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, diversas ONGs y los familiares de las víctimas de la violencia del Estado.

Human Rights Watch consideró que el proyecto «es un simple engaño a las víctimas peruanas» y que «socava décadas de esfuerzos por asegurar justicia por atrocidades», al proclamar la ley como una traición a quienes ya han sido condenados.

En paralelo, Amnistía Internacional ha advertido que el proyecto pone en riesgo casos emblemáticos como la masacre de Putis, en el que murieron 123 personas, y que condonaría responsabilidades por ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas y violencia sexual contra mujeres y niñas.

La ley de amnistía «pone al Estado peruano fuera de la ley, ha sido dada en contra de toda medida de respeto a las víctimas de los graves crímenes cometidos por agentes del Estado y como una burla a expectativas de justicia que se prolongan angustiosamente por más de cuatro décadas» indicó el IDEHPUCP en un comunicado público. Agregó que «resulta especialmente agraviante, y elocuente de una radical carencia de espíritu democrático y humanitario, que la presidenta haya optado por organizar una ceremonia especial para esta promulgación». (LR)

yc.