Ante la cercanía del voto de investidura que debe tratar el pleno del Congreso el próximo jueves 4 de noviembre tras la suspensión de 10 días después de escuchar la exposición de la primera ministra para tomar la decisión, ha permitido que se den un tiempo, tanto el congreso como el ejecutivo para plantear convenientemente la situación, señala analista Alberto Quintanilla.
Estamos en la coyuntura para que el ejecutivo reciba o no la cuestión de confianza de allí que se ha aprovechado el lapso de tiempo por parte del gobierno de Castillo para mostrar confianza con la realización del encuentro de pueblos fronterizos realizado en Sandia, aunque sin la presencia del Presidente.
Por otro lado, está la labor de la Premier Mirtha Vásquez aperturado en nuestra ciudad la mesa técnica para el problema de los cocaleros, además de su intervención en las Bambas y también en el diálogo con los dirigentes de la cuenca del rio coata, lo que le permite ganar legitimidad tratando de resolver conflictos.
«A mi entender ese voto de confianza se lo van a dar, más que por convicción, por temor de los congresistas a que se vaya a cerrar el congreso».
Respecto a los cambios operados por el parlamento en la legislación electoral en la primera reunión descentralizada del congreso, probablemente después de muchos años, realizada en la ciudad de Cajamarca, Quintanilla señaló que le parece de muy mal gusto el hecho histórico de aprobar esos cambios en la primera vez que el parlamento sesiones fuera de Lima.
Va quedar el recuerdo e imagen en los peruanos este hecho que pinta de cuerpo entero a este congreso obstruccionista. La política esta muy venida a menos por su relación con actos de corrupción y de aprovechamiento personal.