El régimen de Boluarte es el modelo del fujimorismo del ‘93 reeditado con la clara intención de perpetuarse en el poder. Esta es la razón por la cual han venido copando los diferentes poderes del Estado para controlarlos, ponerles un candado y construir un andamiaje dictatorial disfrazado de “democracia” a su servicio. Solo les falta secuestrar la Junta Nacional de Justicia para controlar a jueces y fiscales de todo el país y a los jefes de los organismos electorales, y junto con ello terminar con la poca democracia que le queda al país.
Lo confesado por Gutiérrez –y además ratificado por Martha Moyano en el programa de Ortiz– ha puesto al descubierto el secreto a voces de esta alianza del mal liderada por el fujimorismo, cuyo único propósito es perpetuarse en el poder inclusive más allá del año 2026. Esto confirma la hipótesis de que el fujimorismo no se alejó del poder, y que ha venido gobernando desde hace más de 30 años.