Según el último Índice Global del Hambre, realizado por Alliance 2015, en diez regiones de nuestro país el hambre se agravó debido a la inflación y la desaceleración económica vista en 2022.
Si bien el balance promedio arroja que somos un país con un problema “moderado” —con 19,6 puntos, a cuatro décimas de entrar al terreno grave—, las simulaciones proyectan que el panorama empeoraría con mayor énfasis en el área rural al cierre de este 2023.
“En los últimos tres meses, 6 de cada 10 hogares se quedaron alguna vez sin alimento. En marzo de 2023 era 46% y a septiembre, fue de 57%. Está creciendo este problema y por género, ámbito urbano-rural o socioeconómico hay diferencias importantes”, refirió. La exministra de Desarrollo e Inclusión Social insistió en diversificar las políticas para combatir contra el hambre, considerando que no hay un solo tipo de pobreza.