El ex ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, Director Ejecutivo de Videnza Instituto, ha realizado un análisis relacionado con el incremento en el presupuesto anual del 2026 que tendrán los gobiernos regionales, aumentando las partidas relacionadas a planillas y remuneraciones.

El respecto, señaló “mire, este presupuesto, visto en términos generales, parecería mostrar un crecimiento relativamente modesto. Además, cumple con el tope de déficit fiscal y atiende algunos sectores claves de la economía».

Sin embargo, cuando uno lo revisa en mayor detalle, se da cuenta de que no se trata de un presupuesto austero, sino de uno que da mucho peso a remodelaciones y gastos similares. Eso no se condice con la situación actual, porque este es un gobierno de salida.

Un gobierno en esa condición debería dejar las cuentas públicas ordenadas, balanceadas y equilibradas. Me parece que este no es un manejo prolijo de las finanzas públicas, especialmente considerando que queda poco para que este gobierno termine.

Cuando uno revisa la fuente de financiamiento de este tipo de gastos —que no corresponden a proyectos de inversión—, se observa que provienen de recursos volátiles. ¿A qué me refiero? Son ingresos que dependen de factores externos como los cambios en los precios internacionales de los comodities que importamos, o de los ingresos extraordinarios generados por el alza temporal del oro y del cobre.

El problema es que estos recursos no son permanentes, son altamente variables. Por eso, resulta un despropósito que se destinen a cubrir gastos que deberían ser sostenibles en el tiempo. No se puede comprometer, por ejemplo, programas sociales o políticas de largo plazo con fondos que mañana pueden desaparecer. Esa es una señal clara de improvisación y de falta de responsabilidad hacia el nuevo gobierno que asumirá la conducción del país. subrayó Castilla.

FB