La situación en el penal de Juliaca antes “La Capilla”, es cada vez más alarmante. Según William Córdova, director del establecimiento penitenciario, el hacinamiento ha alcanzado niveles críticos, superando en más del 200% su capacidad original.

Diseñado para albergar a cerca de 650 internos, el penal actualmente alberga a más de 1600 reclusos. Esta sobrepoblación se debe en gran medida a que el penal cubre prácticamente toda la zona norte de la región Puno, convirtiéndose en el principal centro de reclusión de la zona.

«Es una situación insostenible», afirmó Córdova. «El hacinamiento genera condiciones inhumanas para los internos, dificultando la implementación de programas de rehabilitación y resocialización».

Ante esta grave problemática, las autoridades penitenciarias están evaluando la posibilidad de trasladar a algunos internos al penal de Yanamayo, con el objetivo de aliviar la presión en La Capilla. Sin embargo, esta medida no es una solución definitiva y requiere de una planificación cuidadosa para garantizar la seguridad y los derechos de los reclusos.

«Estamos trabajando arduamente para buscar soluciones a largo plazo», señaló el director del penal. «Es necesario invertir en infraestructura penitenciaria y en programas de reinserción social para reducir la reincidencia y disminuir la población carcelaria».

(E.C)