Yanina Ayestas, trabajadora del restaurante puneño Gorilas Bárbaros, comentó que debido a la escasez de insumos no se pueden ofrecer todos los platos que están en la carta, algo que ha ocasionado la disminución de la clientela.

En ese sentido, dijo que si esta situación persiste el establecimiento va a tener que cerrar y por ende todo su personal se quedará desempleado. Además, expresó que el local ya no tiene un horario fijo, pues como las protestas se realizan en cualquier momento, se ha optado por cerrarlo cada vez que los manifestantes pasan por el frontis.

R.C.M.

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