Un nuevo foco de contaminación. La laguna de Umayo, espejo de agua ubicado al costado del completo arqueológico de Sillustani, provincia de Puno, desde hace bastante tiempo presenta indicios de contaminación por agente externo. El agua de sus orillas comenzó a tomar un color beige oscuro.

La diferencia entre el líquido transparente y el contaminado, es cada vez más notorio y cada vez va extendiéndose. El caso data de meses atrás. Los pescadores del lugar, naturales del distrito de Atuncolla, y alrededores, fueron los primeros que levantaron su vos de protesta. “Esta laguna es una fuente de agua natural que está siendo contaminada. Lo peor es que nadie hace nada al respecto” dijo Aurelio Flores, pescador de Umayo.

En la zona la posición es unánime en acusar a la empresa minera Rosales, de ser la causante de la afectación ambiental porque el vertimiento de relaves. La empresa opera entre el distrito de Vilca y Mañazo. Sin embargo, la Fiscalía en Materia Ambiental, aún no ha determinado responsabilidad. Se tomó muestras para su análisis. Se comprobó la existencia de vicuñas muertas presumiblemente por el consumo de agua contaminada.

“¿Tan difícil es seguir la ruta de la contaminación? Pareciera que el profesionalismo y el tecnicismo más sirven para encubrir para descubrir responsabilidad. Mientras pasan los días cada vez hay más contaminación”, se quejó Flores.

El alcalde de la municipalidad distrital de Tiquillaca, Rodolfo Álvarez, planteó acciones multisectoriales simultáneas para ponerle un alto a los daños ambientales y se sancione a los responsables. Por su parte su par de Mañazo, Miguel Quispe Achata, destacó la necesidad que los resultados de las muestras se hagan públicos para que la población afectada se haga parte de las acciones correctivas. (La Republica)

R.C.M.

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