La gestión de la fiscal de la nación, Patricia Benavides, va dejando en evidencia un patrón de comportamiento asociado al secretismo. Primero fue el audio reportado como borrado de la sesión de la Junta de Fiscales Supremos de mayo, cuando hubo un diálogo acalorado con Zoraida Ávalos. Lo que viene a continuación es un segundo caso de ocultamiento de información, sobre hechos relacionados con el bloqueo para que la abogada Delia Espinoza asuma sus funciones como fiscal suprema.

El caso se remonta a noviembre y diciembre del 2022, y la actitud poco transparente de la gestión de Patricia Benavides ya ha generado una sentencia en primera instancia del Poder Judicial, que ordena la entrega de la información denegada. (LR)

R.G.Q