Videnza Instituto, realizó un estudio sobre la eficiencia de los ministerios a nivel nacional, utilizando distintos indicadores pertenecientes al ciclo de la inversión pública. Entre los hallazgos se reveló que cinco portafolios experimentan demoras, entre 1000 y 1200 días, para finalizar sus obras.

Este retraso se atribuye a factores como adelantos presupuestarios, incumplimientos de contratistas y deficiencias en la elaboración de expedientes técnicos. Asimismo, la alta rotación de autoridades también contribuye a la falta de continuidad en las acciones emprendidas.

Luis Miguel Castilla, director ejecutivo de Videnza Instituto, enfatizó la preocupación por las demoras (de cinco a diez años) en los proyectos y dejó en claro que esto no beneficia a la población. “Un sector que a mí me preocupa mucho (…) es Interior. Estamos en una crisis por la inseguridad en el país, que le pasa factura a la economía”, señaló. De paso, resaltó que el Ministerio del Interior es el menos calificado de los evaluados, pues tiene un 80 % de retraso en la construcción de comisarías.

También manifestó que persisten demoras en los servicios de salud tras la pandemia sanitaria, evidenciando deficiencias en la atención hospitalaria y la capacidad del Poder Ejecutivo. Además, destacó la importancia de construir capacidades e implementar reformas para restaurar la confianza de los ciudadanos e inversores.

Sobre la labor del Congreso, aseguró que nada ha hecho a favor del crecimiento económico. “Lo único ha sido populismo irresponsable y creo que eso le pasa factura a un país que se jacta de ser responsable en sus finanzas públicas, es decir, en su manejo monetario; pero, el Congreso, en lugar de ayudar, petardea el desarrollo”, lamentó.

R.C.M.

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