Daniel Sánchez Velásquez, director del PNUD en el Perú, explicó que el proyecto Rimanakuy busca “fortalecer la prevención y gestión de conflictos de manera descentralizada”.

Detalló que la iniciativa se implementa en regiones como Puno, Loreto y Apurímac, con tres líneas principales: mejorar las oficinas de diálogo de los Gobiernos Regionales, capacitar a funcionarios públicos a través de un curso nacional de gestión de conflictos, y promover la participación de mujeres en procesos de mediación comunitaria.

“Lo que buscamos es que el conflicto se transforme en una oportunidad que ayude a solucionar las controversias y sobre todo contribuya con el desarrollo del Puno”, sostuvo Sánchez Velásquez. Añadió que el conflicto no debe verse como un problema en sí mismo, sino como una posibilidad de cambio, siempre que se trabajen las capacidades de las personas para gestionarlo sin recurrir a la confrontación destructiva.

“La controversia nunca debe llegar a la violencia, en la que la vida de las personas se ponga en peligro”, advirtió el director del PNUD. Aseguró que el objetivo es reducir los niveles de confrontación y fomentar una cultura de diálogo que permita resolver diferencias sin afectar la seguridad ni la convivencia de las comunidades.(FB)