’Walter Aduviri, quien en 2011 fue el radical dirigente que encabezó el ‘aimarazo’ y gritaba a los cuatro vientos que no temía las represalias por su “lucha en defensa de las tierras puneñas”, por segunda vez, estuvo escondido de la justicia, que tarda, pero llega.

El 7 de agosto, un día antes de que el Poder Judicial le dictara prisión preventiva, el gobernador de Puno estuvo en Lima en una reunión del Ministerio del Ambiente.

La Policía empezó su búsqueda y estableció que se había escondido en un hotel del centro de la capital. Luego se trasladó al distrito del Rímac y durante los tres últimos días antes de su captura se alojó en el hotel Civa, en la avenida 28 de Julio, en el distrito de La Victoria.

Siguieron a mujer

Agentes de Inteligencia informaron a este diario que la ayacuchana Lizzet Antezana Quillas se registró en la habitación 5602, y escondió al gobernador en el mismo cuarto, pero con el nombre de Edwin Hancco Soncco.

La tarde del domingo, a las 4:50, los policías encubiertos que mantenían vigilado el lugar vieron salir a la joven para abordar un taxi. Detrás de ella, salió Aduviri vestido con un pantalón negro y una chaqueta azul y fue capturado de inmediato. Así se puso fin a sus 17 días de prófugo.

Si bien la defensa de Aduviri argumenta que la autoridad buscaba abordar el vehículo para acudir a una comisaría y ponerse a derecho, fuentes del Ministerio Público indicaron que estaba planeando ir a una embajada en busca de asilo. Jorge Rimarachín, asesor del encarcelado, aseguró que el aimara había evaluado asilarse en Bolivia, México, Uruguay o Nicaragua. La noche del lunes 26 de agosto,

Aduviri fue trasladado a Puno y, al arribar, se mostró temeroso y desconfiado, exigió la presencia de su abogado para el reconocimiento de medicina legal. Su actitud desafiante había desaparecido. Desde ese día ya duerme en el penal de Yanamayo.

DATOS

-Allegados a Walter Aduviri aseguran que la mañana del domingo, este se reunió en un hotel del centro de la capital con sus abogados y políticos para planear su entrega a las autoridades. Esa versión fue descartada por fuentes fiscales y policiales.

-El 14 de agosto fue sentenciado como coautor del ‘aimarazo’. Las protestas convocadas en Puno en rechazo a su captura no tuvieron el respaldo anunciado. (Perú 21)