
La ciudad de Juliaca atraviesa una crisis de transitabilidad y gestión municipal que ha llevado a los ciudadanos a calificar la situación como un «caos total». Según denuncias de pobladores locales, las calles de la ciudad se encuentran totalmente destruidas y llenas de «huecos», asemejándose a los estragos de un conflicto bélico, sin que exista un sector de mantenimiento de vías que atienda la emergencia.
Infraestructura en ruinas y obras cuestionadas: El malestar ciudadano se ha intensificado debido a la ejecución de obras en el centro de la ciudad. La remodelación de la Plaza de Armas ha sido duramente criticada, no solo por la pertinencia del proyecto, sino por el cierre de vías principales como los jirones Jáuregui, Calixto Aréstegui y Unión.
Esta situación ha desviado el tráfico hacia sectores alternos, generando congestionamiento, como el Mercado Santa Bárbara y la calle Junín, donde la descarga de mercancías se realiza sin ningún control, convirtiendo el tránsito en un «caos insoportable».
Los pobladores cuestionan la transparencia del gasto público, sugiriendo que el actual alcalde y su gerente podrían estar utilizando el presupuesto para «recuperar los gastos de sus campañas electorales».
«No tenemos autoridad en Juliaca», sentenció uno de los denunciantes, quien además advirtió que los ciudadanos consideran iniciar medidas de lucha contra los funcionarios municipales.
(E.C)
