El director de estadística agraria e informática de la Dirección Regional Agraria Puno (DRAP), informó que la campaña agrícola 2022-2023 culminó en medio de una de las peores crisis hídricas en los últimos 40 años. Esto se traduce en una pérdida del 52.9 % en la cosecha de los 62 productos que se siembran en la región Puno.

Se dejaron de sembrar más de 46 mil hectáreas de productos de pan llevar, lo que perjudicó a cerca de 125 mil productores de 11 provincias de la región. “Esta es una de las peores crisis por el agua, solo comparada con la que se vivió entre los años 1983 y 1984”, acotó y no se mostró optimista por lo que se viene en los próximos meses.

El profesional precisó que, respecto a los cultivos transitorios anuales se tuvo una reducción que supera la mitad (-52%), entre estos, la quinua fue la más afectada con -83%. En este punto precisó que el año pasado se produjo alrededor de 46 mil toneladas, mientras que en la presente campaña solo se produjo un poco más de 7 mil toneladas.

Otros de los cultivos que sufrió un duro golpe es la papa -42%, cebada -66%, oca -48%, avena forrajera -57%. Por otro lado, refirió que ya inició la campaña agrícola 2023-2024, sin embargo, existiría un 7% de agricultores que dejarían de cosechar. Ello debido, principalmente por la falta de semillas y por los efectos del déficit hídrico.

A esta problemática se suma la crisis en la producción lechera, ya que más 20 mil productores lecheros fueron afectados porque no cuentan con los pastos naturales para alimentarse.

Percy Paucar Acuña, especialista del programa “Tecnoleche” del GRP, explicó que en condiciones normales el departamento produce medio millón de litros de leche al día, y que actualmente se tiene una reducción del 40% y que para fin de año se proyecta que las pérdidas lleguen al 50%.

R.G.Q