En su afán de poder justificar la grave falta sanitaria que habría cometido una comerciante de la sección de carnes del mercado Santa Bárbara, sus compañeras salieron a los medios de comunicación para indicar que los gusanos encontrados habrían sido dejado en un puesto de venta que se encontraba abandonado hace varias semanas atrás.
En otro momento indicaron que los gusanos no estaban impregnados en la carne sino en un trozo de cebo que habría sido abandonado por su anterior propietario de un puesto de venta instalado en este centro de abastos.