Donata Carbajal Quispe, una mujer quechua de 65 años proveniente de Juliaca, Puno, fue detenida de manera arbitraria el pasado viernes 15 de noviembre en Lima, tras participar en las recientes manifestaciones a nivel nacional. Su abogado, Wilfredo Robles, ha denunciado maltrato y condiciones inhumanas durante su detención, así como actos discriminatorios en su contra.

Carbajal Quispe fue detenida por más de ocho policías en el cruce de las avenidas Canadá y Aviación mientras se dirigía a unirse a las movilizaciones en la capital durante el tercer día de paralización. Según testigos, la detención fue violenta y sin justificación.

La mujer fue trasladada a la DEPINCRI PNP de San Borja, donde, según el abogado, fue sometida a un registro personal excesivo y a interrogatorios intimidatorios. A pesar de que accedió voluntariamente a un primer registro, la suboficial J. Heredia Q. habría insistido en realizar uno segundo registro.

Tras más de 24 horas de detención, Carbajal Quispe fue liberada de la División de Asuntos Sociales de la PNP. Su abogado ha señalado que la fiscal Miluska Romero Pacheco se ha negado a ordenar su liberación, a pesar de las evidencias de una detención arbitraria y de los malos tratos sufridos por su cliente.

«Donata solo ejercía su derecho constitucional a manifestarse pacíficamente», afirmó el abogado Robles. «Su detención es una clara muestra de la represión que está sufriendo nuestro país. Exigimos su inmediata liberación y que se investiguen los hechos de violencia y discriminación de los que ha sido víctima».

Por su parte, Carbajal Quispe ha expresado su indignación por la situación y ha asegurado que no se arrepiente de haber viajado a Lima para defender sus derechos. «Yo vengo por mi propia cuenta, vengo a luchar por nuestra patria, porque Dina Boluarte hace esto por joder, y nuestro país está cada vez más pobre», afirmó la mujer quechua.

R.C.M.

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