El célebre Cristo del Corcovado en Río de Janeiro, el estadio de Wembley o una catedral en Londres y Disneylandia en California son algunos de los centros de vacunación contra el coronavirus covid-19 más sorprendentes del mundo.

En Brasil, el segundo país más afectado por la pandemia, es el sitio del Corcovado, donde se encuentra la estatua del Cristo Redentor con vistas a Río de Janeiro, el que ha sido elegido simbólicamente para lanzar la campaña nacional de inmunización. Ante un paisaje asombroso, Dulcineia da Silva, una de las primeras vacunadas, no pudo evitar extender sus brazos a la imagen de la estatua, con su certificado de vacunación en la mano.

Al igual que el Palacio de Deportes de Lyon (centro de Francia), muchos recintos deportivos se han convertido provisionalmente en centros de vacunación en todo el mundo, especialmente en el Reino Unido. Como en Wembley, Londres, donde el venerable estadio de los Lores, santo de los santos del cricket inglés, abrió sus puertas a los candidatos a la inmunización. «Es un lugar tan emblemático», se extasía Gerardine Heneghan, una septuagenaria que viene a vacunarse. «¡Me encanta!».

La catedral anglicana de Salisbury, al oeste de Londres, también ha abierto sus puertas a los candidatos a la vacunación. «Desde hace 800 años, la catedral tiene dos razones de ser: dar gloria a Dios y servir a su pueblo», subraya el decano Nick Papadopulos. «Y esta es la manera más eficaz de hacer ambas cosas», añade, mientras un feligrés recibe una inyección, y resuenan los grandes órganos.

Si no vas a la vacuna, la vacuna vendrá a ti. Por lo menos en la región de Reims, en el este de Francia, donde las autoridades locales han fletado un «Vacci’bus» para inmunizar a las personas mayores de las comunas rurales. «Para las personas de cierta edad que están en pueblos un poco remotos y no pueden moverse fácilmente, es una verdadera bendición», se felicita Jéremy Miclo, médico voluntario en el servicio de bomberos y de socorro local. Marie Janne Grogan, una jubilada, confirma: «(Sin el «Vacci’bus») No habría venido, porque odio pedir servicios a los demás».

En Jordania también se vacuna a los refugiados sirios en un vehículo, un minibús estacionado frente a un dispensario de Mafraq, cerca de la frontera siria. «Estoy tan contenta de haber sido vacunada. Que Dios los bendiga a todos y ponga fin a esta pandemia», exclama Fátima Alí, que huyó de la guerra en su país hace siete años junto a su marido y sus seis hijos.

Después de diez meses de cierre debido a una pandemia, el parque de atracciones de Disneylandia en Anaheim, California, ha vuelto a abrir sus puertas como centro de vacunación, con la ambición de administrar 7,000 inyecciones al día. 

Argentina también está recurriendo a lugares fuera de lo común. En el barrio porteño de Núñez, el club River Plate es una de las 28 postas extrahospitalarias donde se vacuna al personal sanitario en Buenos Aires. Y desde el fin de semana, el histórico Pasaje de los Carruajes que conduce a las boleterías del emblemático teatro Colón funciona como un punto de hisopados para el covid-19.

(FUENTE: Agencia Andina / Agencia EFE)