En los sangrientos sucesos del 9 de enero pasado, señora de iniciales JPT que ayudaba a personas por los estragos de las bombas lacrimógenas en el frontis de su domicilio en la Urb. San José, zona cercana a la escena de los crímenes, repentinamente recibió un impacto de bala a la altura del cuello, disparada desde uno de los helicópteros que sobrevolaba la zona, ocasionándole una herida de gravedad.

Según el relato de una familiar y de una de sus menores hijas, ocurrido el hecho inmediatamente la señora fue atendida en centros de salud locales sin fortuna al no existir especialistas que pudieran intervenirla, por lo que tuvo que ser referida inicialmente a Arequipa y luego a Lima en un vuelo humanitario para recibir atención especializada, estando acompañada de su hijo de 17 años,  ha sido intervenida en una oportunidad, pero deberá ser sometida a una nueva operación, por lo que requiere del apoyo económico de la población.

En el colmo de la insensibilidad, la familiar contó como delincuentes han robado en el domicilio ocupado por las dos menores hijas de la paciente, extrayendo víveres, dinero y hasta un balón de gas, denunciando el hecho que puso en riesgo la integridad de las niñas.

R.C.M.

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