No les interesa el país, la informalidad que nos devora, la minería ilegal con todos sus vicios, los traficantes de la educación, la delincuencia de todos los colores, la inestabilidad política que nos empuja al precipicio. Lo único importante son los privilegios inmaculados para los de arriba y los de abajo que se acomoden como puedan.
La Junta Nacional de Justicia se defendió con todos los argumentos que la ley les faculta. Tenían una remota esperanza de reflexión entre los congresistas. Que les valga la inocencia, las razones no son legales. Es una ofensiva total para tomar el poder.
Es la crónica de una destitución acordada entre bambalinas de la derecha más rancia atrincherada en el congreso. En el debate salieron a relucir los argumentos trillados en la campaña previa, para allanar el camino a una destitución.
El pensamiento Moyano-Chirinos se impuso a rajatabla, la JNJ no es un poder del Estado. Para estas mentes brillantes solo existen el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial. Borraron de un plumazo las sentencias de tribunales constitucionales que han fijado precedentes frente a estas ideas retrógradas.