La sequía que afecta a la región de Puno está teniendo un impacto directo en la operación de lanchas en el Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Algunas de las lanchas que brindan transporte de pasajeros a las islas de los Uros, Amantaní y Taquile se encuentran varadas sobre la tierra debido al descenso del nivel del agua. Otras lanchas están siendo arrastradas hacia el fondo del lago para evitar quedar encalladas.

La asociación de lancheros del puerto de Puno está enfrentando dificultades debido a la disminución del nivel del agua en el lago. Juan Ramos, presidente de la asociación, explica que más de 33 empresas brindan servicios de transporte de pasajeros en el lago, pero solo cuentan con un puerto que se vuelve inutilizable a medida que el agua desciende.

Ramos señala que la situación es preocupante, ya que las lanchas no tienen dónde atracar debido a la falta de agua en el puerto. A medida que el nivel del agua baja, las lanchas avanzan hacia el fondo del lago, lo que puede causar daños en sus motores y hélices al chocar con el lodo. Si los dueños de las lanchas no están atentos para moverlas, pueden quedar inmovilizadas.

La asociación de lancheros ha presentado solicitudes al Ministerio de Transportes y Comunicaciones para la construcción de más muelles navegables que permitan una operación adecuada de las lanchas incluso durante épocas de sequía. Aunque se les prometió trabajar en el proyecto y se estableció un plazo para dar respuesta, hasta el momento no se han visto avances concretos en la solución de este problema.

La sequía en Puno está teniendo un impacto significativo en diversas áreas, incluida la operación de lanchas en el Lago Titicaca. Los lancheros esperan que las autoridades puedan tomar medidas para abordar esta situación y garantizar la operación segura y efectiva de las lanchas que brindan servicios de transporte en la región.

R.G.Q