El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) realizó acciones de capacitación sobre los servicios que brinda a los usuarios de las telecomunicaciones en zonas rurales de la región Puno, acercándonos más a las zonas alejadas del país.
Las actividades fueron en viajes programados a las comunidades de Ura Ayllu, Puna Ayllu, Nacoreque Chico, Nacoreque Grande y Huancasayani, del distrito de Cuyo Cuyo, actividad que congregó a más de 200 usuarios, entre el 12 y 13 de mayo.
Durante esta primera charla de capacitación en este distrito se informó sobre los datos del aplicativo “Checa tu señal”, la que verificó que la empresa Bitel es la única que reporta cobertura en 3G y 3.5G, mientras Telefónica registra cobertura en tecnología 2G y 2.5G.
Durante estas jornadas también se realizaron entrevistas a un grupo de usuarios del tambo de Ura Ayllu, distrito de Cuyo Cuyo, provincia de Sandia, en las que se conocieron problemas en el servicio de las telecomunicaciones.
Entre los principales inconvenientes están la mala señal al momento de comunicarse o acceder al servicio de internet móvil; un descuento injustificado de saldo, principalmente por afiliaciones a servicios adicionales por números cortos de juegos online, noticias deportivas, entre otros; y problemas con los canales de atención de las operadoras.
“El acercamiento a la población se viene realizando según el plan anual establecido por la Oficina Regional de Servicios de Osiptel de Puno, así como las encuestas realizadas, por encargo de la Dirección de Atención y Protección al Usuario”, informó la jefa de la oficina regional de OSIPTEL, Eugenia Uría.
La información recibida permitirá plantear nuevas y mejores soluciones para los usuarios de estas localidades rurales, las cuales serán coordinadas con las empresas operadoras.
Durante el desarrollo de la primera actividad en los tambos de la provincia de Sandia se aplicaron 37 entrevistas a los asistentes, conforme a las preguntas preparadas por OSIPTEL. En algunas de estas localidades, la población fue orientada en su idioma originario, el quechua.