
Los pobladores del centro poblado de Quinsachata, en el distrito de Cabanilla, volvieron a exigir a las autoridades locales la rehabilitación inmediata del puente que conecta su comunidad con Yocara y Juliaca, luego de que dos jóvenes cayeran a las frías aguas del río Cabanillas el pasado sábado 1 de noviembre, salvándose de morir ahogados.
Según relataron los propios afectados, el accidente ocurrió cuando transitaban en moto lineal por el rio y no se percataron del desnivel, terminando en el fondo del río. “Nos salvamos porque sabemos nadar. No vi bien, era una bajada”, contó uno de los jóvenes, quien junto a pobladores del lugar logró recuperar su vehículo, que quedó en medio del cauce. Testigos afirmaron que el río tiene más de 20 metros de largo y es de considerable profundidad.

Vecinos de la zona denunciaron que esta situación pone en riesgo permanente la vida de los pobladores, ya que el puente se encuentra abandonado y sin señalización. Además, fuentes locales señalaron que personas de la tercera edad enfrentan serias dificultades para abastecerse de gas y alimentos, viéndose obligadas a ayunar por varios días debido a la imposibilidad de cruzar con seguridad.
La población lamentó también que el alcalde del centro poblado, Jorge Ramos Mamani, no haya atendido sus reclamos, argumentando que “el caso está judicializado”. “Mientras tanto, la gente sigue arriesgando su vida”, manifestaron indignados los vecinos.

El peligro no es nuevo. Hace un tiempo, un joven identificado como Limber Choque Colque (22) perdió la vida en circunstancias similares, cuando se dirigía a esperar a su hermana. Asimismo, docentes de la I.E. N.° 70411 de Quinsachata, instituciones de nivel inicial y de y de la red de salud Quisanchata deben cruzar el río a diario, exponiéndose al riesgo de caer. Una de las maestras incluso estuvo a punto de perder la vida junto a su bebé.
Los pobladores exhortan a las autoridades del distrito de Cabanilla, de la provincia de Lampa y del Gobierno Regional de Puno a intervenir de manera urgente para reconstruir o asegurar el puente, señalando que los accidentes son constantes y que la falta de atención podría derivar en nuevas tragedias.
“Solo pedimos poder cruzar sin miedo. No queremos más muertos”, expresó una vecina de Quinsachata, reflejando el sentir de toda una comunidad que se siente olvidada.
