El desarrollo humano es social y colectivo, con pluralidad de posiciones e intereses, coincidencias y diferencias, lo que da como resultado alianzas u oposiciones, contradicciones que dan paso a la evolución humana.

Tanto la sociedad como el Estado están en permanente cambio y construcción, de manera que metas y objetivos se transforman en la búsqueda de su consecución.

La vigente Constitución (1993) ha debilitado al Estado así como a las organizaciones sociales. Por ello la mayoría de peruanos no se siente representada en los poderes de Estado, ni en los partidos ni personas políticas, siendo el Congreso el de mayor repudio.

Tras el anuncio de la Tercera Gran Marcha Nacional, el tono altisonante de declaraciones de ministros, mandos militares, del alcalde Lima y algunos congresistas, anunciando que no la permitirán, lo cual nos indica que caminamos hacia una inevitable confrontación social.

La anterior jornada de protestas ciudadanas fue respondida con una abierta represión, por lo que no aparecieron dirigentes que pudieran entablar un diálogo serio con los representantes de los poderes del Estado.

Ante la suspensión de la anterior jornada de protestas y pese a la tregua concedida, el gobierno no ha mostrado interés genuino ni realizado intentos serios de entablar una mesa de diálogo para resolver problemas de gobernabilidad.

La situación de crisis política continua, la mantención de protestas con demandas no atendidas, la ausencia de interlocutores válidos y la ausencia de voluntad de diálogo porque no se sabe qué plantear, configura una situación de anomia, donde es posible que ocurran enfrentamientos desordenados, explosiones sociales incontroladas en un escenario peligroso de “todos contra todos”, sobre todo por la incapacidad del Gobierno y el Estado de plantear propuestas claras de solución a la crisis política. Solo buscan seguir atornillados en sus puestos hasta el 2026.

Es imprescindible construir confianza e institucionalidad, desarrollando organizaciones democráticas, con voluntad de diálogo y tolerancia para avanzar en construir un país más justo respetando la voluntad ciudadana.

R.C.M.

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