Los resultados de recientes encuestas formuladas a empresarios que participaron en la última Conferencia Anual de Ejecutivos, CADE realizada en Arequipa, son abordados por Alberto Quintanilla, porque los resultados preocupan al incluir la corrupción y la inseguridad en el país, han alcanzado niveles altos.

El analista señala que la corrupción ha sido considerada uno de los mayores problemas en el país, «sin embargo, un aspecto novedoso que destaca en la actualidad es la creciente preocupación por la inseguridad, que ahora se posiciona al mismo nivel que la corrupción como uno de los principales problemas».

Tambièn señaló que «el hecho de que ambas problemáticas registren índices similares de preocupación entre los empresarios, con un 83% y 82%, respectivamente, refleja un cambio significativo. Esta paridad evidencia que problemas como el crimen, el robo, el asalto, el chantaje y la extorsión han escalado hasta alcanzar la misma relevancia que la corrupción en el panorama actual».

En el debate sobre las definiciones del sector empresarial, dijo que surge un tema clave:» los sectores políticos que deberían representar los intereses ciudadanos, como Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País, muchas veces no son reconocidos o carecen de legitimidad frente a sus interlocutores».

Esta desconexión profundiza una fractura política que solo puede resolverse mediante el ejercicio de la política en su esencia: dialogar, buscar acuerdos y proponer soluciones que respondan a las necesidades colectivas.

Dentro del análisis «sobre los altos niveles de desaprobación de las entidades del estado, Ejecutivo, Legislativo, Poder Judicial, Contraloría, Ministerio Público, entre otros, el Banco Central de Reserva podría ser una de las pocas instituciones que puede tener una aprobación especialmente por parte de los empresarios, aunque también algo valorada por otros sectores» opinó.

Quintanilla También expresó, «por otro lado, podrían incluirse otras instituciones como las universidades o las fuerzas armadas que podrían gozar de algo de apoyo, pero estas no están necesariamente en el centro de la actividad política actual». (FB)