Dilma Velázquez Llano, representante del Ministerio de Cultura en Puno, expresó que el gran racismo que existe en la región afecta bastante a las actividades económicas de los puneños del área rural. Incluso, indicó que algunas autoridades los discriminan impidiéndoles vender libremente sus productos en las ciudades.

“Eso no favorece a la economía familiar, porque muchos (vendedores) viven del día a día”, sostuvo y explicó que la mayoría de sus productos son perecibles. Además, agregó que se ven obligados a ofrecer su mercadería en las calles debido a que carecen de un lugar fijo donde hacer negocios.