La nueva forma de convivencia al que se viene adaptando las familias en tiempos de pandemia, vendría causando desniveles emocionales, como depresiones, estrés y otros; según Melania Pinto, profesional en psicología.
En las familias que se ha reportado algún integrante infectado con el virus, en consecuencia, en varios casos con resultado de muertes. A este panorama los niños y adolescentes asociarían el covid-19 con las muertes directamente, generando percepciones negativas de la vida.
“En este contexto los adolescentes pueden de repente vivir, con la idea de que la vida es una sola, entonces expresar comportamientos extremos”, indicó al tiempo de sugerir llevar una alimentación sana y habituarse a ejercicios cotidianos en familia.