Imágenes a las que accedió Sin Fronteras, de aquella fatídica tarde del 18 de enero, confirman que los policías dispararon a matar en la ciudad de Macusani, no en su defensa. Ese día asesinaron a dos e hirieron a una decena, tres de ellos con proyectiles de bala.

El video divulgado el mismo día, desde una ventana posterior del puesto policial macusaneño, un policía graba a otro colega quien comenta: “Yo quiero que salgan de la casa”. El otro retruca: “No están saliendo”. Posteriormente, el ‘francotirador’ disparó y dice: “¿le he dado cerca, no?”, “Sí, cerca le has dado, por eso se han metido”, responde.

Muchos creyeron que aquella imagen era un lapsus, pero no, fue recurrente. Hoy revelamos fotos de lo que aconteció aquel día en la tarde. Se observa que tres policías trepan a un lado del techo, uno se acomoda para afinar su puntería con su fusil AKM y otro con su pistola Pietro Beretta, un tercero se asoma con su lanzagranadas y tras soltar bombas lacrimógenas se retira.

Hay que mencionar que momentos más tarde cayeron Sonia Aguilar Quispe (35) y Salomón Valenzuela Chua (30). Ella murió en el acto y el segundo, al día siguiente, producto de proyectiles de fusil AKM. Ambos no perpetraban actos vandálicos, estaban justo donde los dos policías apuntaban sus armas.

Los tiros iban al cementerio antiguo de Macusani y a la loma del cerro contiguo, en el barrio Jorge Chávez, lugar conocido como Patapampa; desde allí a la comisaría hay unos 150 a 200 metros de distancia.

¿SU REGLAMENTO?

Las fotografías y videos acreditan que los uniformados violaron sus propios reglamentos. El Decreto Legislativo 1186, precisa que la Policía Nacional del Perú (PNP), sí está facultada para hacer uso de sus armas cuando “se genere un peligro real o inminente de muerte del personal policial u otra persona, por la acción de quien participa de una reunión tumultuaria violenta”.

A SANGRE FRÍA

Los miembros del orden que aún no han sido identificados, no respetaron este criterio. Los efectivos abrieron fuego, primero con bombas lacrimógenas y luego con balas de pistola y fusil. A Sonia la balearon a un costado de la pared del camposanto, cuando la gente gritaba ¡Agua, agua! Ella se asomó de curiosa, entonces fue alcanzada por el proyectil de fusil. Salomón salió con su primo que vive por el lugar, siendo gravemente herido.

Si bien desde la parte alta, los comuneros quechuas lanzaban piedras y según versión de la policía, soltaban “avellanas” (cohetes), ninguno de los objetos ponía en riesgo la vida de los policías que estaban dentro de la comisaría.

EL INCENDIO…

Luego, casi a las dos horas es cuando la turba incendia la comisaría, aunque los lugareños indican que fueron los propios uniformados que en su huida prendieron fuego a los carros e instalaciones.

INTOLERANCIA

Imágenes a las que accedimos, dan cuenta de movilizaciones pacíficas, incluso al frente de la comisaría. Sin embargo, en la tarde al promediar las 16:00 horas, unos policías gasearon a los manifestantes, tras bulliciosos insultos.

Les llamaban asesinos y corruptos, esto último les ofendió más porque los ronderos de Ituata y Ayapata, que son mineros ilegales, les restregaban los ‘cobros’ que hacen los miércoles a los pobladores que llevan combustible y explosivos para la explotación.

YA SE IBAN

Un rondero indicó que, cuando estaban a punto de abordar los carros que los llevarían de retorno a sus comunidades, se desató el inexplicable enfrentamiento con la Policía, únicamente por insultos lanzados por algunos jóvenes.

INVESTIGACIÓN EN NADA

El pueblo no conoce el destino de las investigaciones fiscales. Este medio indagó que el 18 de febrero y el último 10 de abril efectuaron diligencias en Patapampa. Hasta el momento no se identificó a los policías que aparecen en las imágenes.

R.C.M.

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