Según el Ministerio Público, uno de los sobres con las pruebas de recambio estuvo abierto. Además, Coasaca no supo explicar cuántas pruebas tenía en su custodia.

Otro elemento importante es que las cajas de las pruebas de recambio estaban casi al costado de los equipos celulares que dejaron los profesores que ingresaron al auditorio a elaborar el examen. No estaban lacradas, como dice el Reglamento de Seguridad.

Un hecho que la jueza consideró relevante es que el rector Porfirio Enríquez y los vicerrectores, junto al presidente de la Comisión Central de Admisión, Lucio Vizcarra Estela, portaban celulares dentro de la UNA durante el examen. Esto tampoco está permitido.

Morales advirtió que, en una de las interceptaciones telefónicas a Jesús Isaac Tacuri Morales, presunto cabecilla de la organización, este habló con un desconocido a quien le dijo: “El rector me ha dicho que hay soplones”. Por esto, infiere que habría sido advertido de riesgos.