Foto Web: Rendimiento en matemáticas de los escolares peruanos ha empeorado

Los últimos resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) y la Evaluación Muestral de Estudiantes (EM), revelaron que el rendimiento en matemáticas de los escolares peruanos ha empeorado, siendo los alumnos de segundo grado de escuelas públicas los que mayor retroceso han experimentado.

El informe señala que solo el 37.8% de los alumnos de segundo grado entiende cabalmente lo que lee y apenas el 14,6% resuelve con éxito operaciones matemáticas.

Al respecto, afirma que las matemáticas podrían convertirse en una asignatura amigable y didáctica si se empleara una novedosa metodología basada en conectar las emociones de los estudiantes con el aprendizaje.

El experto, quien estuvo en el Perú para participar del Primer Congreso de Matemáticas realizado por el grupo Santillana, señala que primero los maestros deben creer que sus alumnos pueden aprender las matemáticas y darles la seguridad de esto a través de una cultura participativa en el salón.

Dijo que lo importante acá es que no se debe ver a las matemáticas como una competencia o de simple resultados, sino emplear una metodología dónde involucre una dinámica integrada con los alumnos.

“Donde los estudiantes puedan participar y evaluar en el procedimiento que utilizan para llegar al resultado ya sea correcto o negativo. Esto permitirá que el alumno pueda analizar los errores y aciertos del problema”, explicó.

Otra de las técnicas recomendadas por el experto es contar un problema de matemática como si fuera una historia, esta sería una opción dinámica y asertiva para aprender la materia pues al contarlo como un relato una parte de nuestro cerebro reacciona, produce empatía con los personajes, capta el interés del estudiante y comienza a predecir brindando posibles respuestas al problema.

Dockterman manifestó que el rol de los padres es muy importante en el proceso de aprendizaje de las matemáticas.

“Los padres deben apoyar en casa, involucrarse más en la materia. Muchas veces cometemos el error de decir: no te puedo ayudar porque la matemática no es lo mío, y de manera predisponemos a nuestros hijos a que crean que tampoco no es bueno. Nosotros debemos mostrar el interés en el proceso para que ellos se esfuercen”, argumentó. (Andina)