Tras captura del ex Presidente de la Republica del Perú Alejandro Toledo, justicia norteamericana programó audiencia de fianza. Ministro Vicente Zeballos cree que extradición se resolverá en un año y que Toledo estará de regreso en el Perú para responder a la justicia antes que acabe gestión de Vizcarra.

El viernes se decidirá en Estados Unidos, en una audiencia de fianza, si Alejandro Toledo sigue el proceso de extradición en su contra en prisión o libertad. Hasta entonces, el expresidente peruano (2001-2006) permanecerá detenido, pero será el inicio de un proceso que, a decir del ministro de Justicia, Vicente Zeballos, puede demorar un año.

Desde que el 8 de febrero del 2017 el fiscal anticorrupción Hamilton Castro solicitó 18 meses de prisión preventiva para Alejnadro Toledo por presuntamente haber recibido 20 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, la situación de Toledo se ha ido complicando ante la aparición de pruebas y testimonios en su contra.

El caso de Toledo, junto al de Villarán, es de los más avanzados en cuanto a investigación y evidencias, por lo que el titular de Justicia no oculta su optimismo, asegurando que antes que acabe la gestión del presidente Martín Vizcarra, el prófugo exmandatario estará en nuestro país.

Sostuvo que, tras la detención, lo que viene es la audiencia pública del viernes para determinar si el ex jefe de Estado puede acogerse a una fianza y lograr su libertad, lo que consideró poco probable pues «en el 90% de casos ha sido negado».

Independientemente de esa decisión, el proceso de extradición seguirá. “Si el viernes la justicia deja en libertad a Toledo, eso no significa que se cae la extradición y si deciden que tiene que ir a prisión, tampoco implica que se garantiza su vuelta al Perú”, apuntó el internacionalista Miguel Rodríguez Mackay.

Al explicar el procedimiento que se sigue en EEUU en estos casos, el ministro de Justicia aseguró que en 4 o 5 semanas se llevará a cabo una audiencia con fines de extradición y después de eso la defensa de Toledo  puede plantear un recurso de hábeas corpus que aproximadamente dura 6 meses.

Para Zeballos, la extradición de Toledo, “en números redondos, podría tardar un año. La detención nos da certeza y seguridad porque ya está sometido a la autoridad judicial norteamericana y el proceso de extradición está en curso”. El procurador ad hoc Jorge Ramírez viajará a EEUU para la audiencia del viernes.

Para la Cancillería, la detención del expresidente “es un importante paso para la extradición y el retorno de  Alejandro Toledo  a rendir cuentas a la justicia de nuestro país”.

El estudio de abogados Estudio Foley Hoag LLP, encargado de la defensa peruana, explicó que si  Toledo  presenta un hábeas corpus (lo que solo es una probabilidad) y es denegado, la corte norteamericana podría aceptar la extradición.

Si eso sucede, la Oficina de Aplicación de la Ley e Inteligencia de Estados Unidos evaluará la documentación presentada por las partes implicadas y enviará el pedido de extradición a los asesores jurídicos del secretario de Estado y un memorándum al propio funcionario pidiendo la extradición.

Si el Secretario de Estado accede a la solicitud, entonces se ordenará al alguacil encargado de la custodia de Toledo Manrique que lo entreguen a las autoridades del Perú.