Una denuncia ciudadana ha desencadenado una intervención de las autoridades en la Urbanización Municipal Taparachi, segundo sector, donde se descubrió un centro clandestino de acopio de cueros que estaría contaminando el suelo y el agua subterránea.

Vecinos de la zona alertaron sobre la presencia de un fuerte olor a podrido y la filtración de un líquido rojizo, similar a la sangre, hacia una vivienda colindante. Según la propietaria afectada, esta situación ha provocado enfermedades entre los trabajadores que realizan obras en su terreno y ha contaminado el agua de su pozo.

Al llegar al lugar, personal de la Policía de Medio Ambiente, funcionarios de la Subgerencia de Medio Ambiente de la Municipalidad de San Román y representantes de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) constataron la gravedad de la situación. En el interior de la vivienda señalada, se encontraron varias pozas con cueros de res y ovino en salmuera, así como cuartos repletos de estos mismos materiales.

Los propietarios del almacén, al ser interrogados, admitieron que llevaban casi dos años operando sin los permisos correspondientes. Sin embargo, intentaron justificar la contaminación argumentando que la filtración de sangre se debía a las lluvias. «Hemos constatado una presunta afectación al medio ambiente y su función es la afectación a los cuerpos naturales de agua (aguas subterráneas)», señaló César Iberos Mamani, responsable de la ANA. «Se pudo ver que hay aguas residuales provenientes del ganado vacuno del saldado el cual discurre la sangre y esto afecta las aguas subterráneas».

Ante esta situación, las autoridades han iniciado las investigaciones correspondientes y han otorgado un plazo de cinco días a los responsables para que subsanen la situación y obtengan los permisos necesarios. Las sanciones por este tipo de infracciones pueden alcanzar hasta las 10,000 Unidades Impositivas Tributarias (UIT).

Impacto en la comunidad

La contaminación generada por este centro clandestino ha generado malestar entre los vecinos y comerciantes del mercado 24 de junio, quienes denuncian que los malos olores dificultan la vida diaria y afectan su salud. Además, temen por las consecuencias a largo plazo para el medio ambiente y la salud pública.

Llamado a las autoridades

Los vecinos exigen a las autoridades competentes que tomen medidas drásticas para cerrar definitivamente este tipo de negocios clandestinos que ponen en riesgo la salud de la población y el medio ambiente. Asimismo, solicitan que se realicen inspecciones periódicas para evitar que se repitan situaciones similares.

R.C.M.

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