A pesar de los esfuerzos por preservar su riqueza natural, el lago Titicaca y sus zonas de amortiguamiento enfrentan una creciente amenaza: la expansión de actividades ilícitas, principalmente la minería ilegal. Así lo advierten reportes del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), que han detectado la presencia de esta actividad perjudicial en las áreas circundantes a diversas reservas desde el año 2010.
La preocupante situación compromete seriamente la conservación ambiental de este ecosistema único y pone en grave riesgo la biodiversidad que sustenta actividades económicas fundamentales para el altiplano puneño, como la pesca y el turismo.
Según el Sernanp, la minería ilegal continúa avanzando en zonas protegidas de Puno, impactando directamente áreas sensibles como el lago Titicaca y su entorno inmediato. La falta de una respuesta estatal contundente y coordinada ha permitido que esta actividad ilícita se extienda, intensificando la presión sobre los ecosistemas protegidos en los últimos años.
Las consecuencias de esta expansión no se limitan a la degradación de los recursos naturales. También afecta el equilibrio social y económico de las comunidades aledañas, cuya subsistencia y desarrollo histórico han dependido de la salud de estos ecosistemas. La ausencia de un control efectivo incrementa la vulnerabilidad de áreas estratégicas que son vitales para el futuro sostenible de la región de Puno.
Organismos especializados han emitido alertas urgentes, señalando que, si no se implementan medidas integradas y coordinadas entre los diferentes niveles de gobierno, el daño en zonas tan emblemáticas como el lago Titicaca podría alcanzar un punto irreversible. La minería ilegal no solo causa estragos en el medio ambiente, sino que también representa una seria amenaza para el patrimonio cultural de Puno, afectando directamente a las poblaciones que han mantenido una relación ancestral con estos ecosistemas. La protección del lago Titicaca y sus zonas de amortiguamiento se erige como un desafío crucial para garantizar el futuro ambiental, económico y cultural de la región.